¿Cómo saber si se está en riesgo?
El consumo de sustancias causa diferentes daños y
conlleva riesgos.
Por ejemplo, usted corre el riesgo de tener
problemas:
Si consume productos de tabaco, especialmente si
fuma.
Si tiene un nivel alto de consumo de bebidas alcohólicas
o bebe hasta intoxicarse.
Si consume sustancias como cannabis, cocaína, anfetaminas (entre ellas éxtasis y metanfetaminas), inhalantes, sedantes o pastillas para dormir no recetados, alucinógenos u opiáceos.
Según la Organización Mundial de la Salud (2011)
OMS (2011). Hay
ciertos factores que pueden aumentar los riesgos, tales como:
Tener historial familiar de dependencia de alcohol.
Tomar ciertos medicamentos o tener ciertas
enfermedades.
Si su peso es menor al peso promedio de otras personas
de su sexo y estatura.
Si no ha comido nada antes de beber.
MANEJO RESPONSABLE DEL CONSUMO DE
SUSTANCIAS
Para poder reducir el
consumo de sustancias, es necesario evaluar la manera en que se ha venido dando
el consumo y encontrar alternativas menos dañinas.
La OMS recomienda
utilizar un Diario de Consumo, para lo cual se puede seguir estas
instrucciones:
El diario también lo
ayuda a darse cuenta de sus situaciones de “alto riesgo”, como por ejemplo las
veces en las que consume sustancias, o consume demasiado o tiene muchos deseos
de consumir.
Las situaciones que
provocan deseos de consumir pueden presentarse cuando usted está con ciertas
personas o en cierto lugar, o bien dependen de cómo se sienta, ya sea enojado o
molesto, o quizá contento o relajado.
Así también, la OMS
propone los siguientes consejos en caso de optar por reducir el consumo de
sustancias:
Según
la (Subcomisión del Modelo de Reducción
de Daños, 2017) la reducción de daños en
el abordaje de uso de sustancias psicoactivas está basada en un fuerte
compromiso con la salud pública y los derechos humanos. De ahí que, además de
entenderla como un conjunto de estrategias prácticas e ideas dirigidas a
reducir las consecuencias asociadas con el uso de drogas, es también un
movimiento de justicia social basado en la creencia y respeto por los derechos
de las personas que consumen drogas.
Principios de la reducción de daños
Centrarse en los riesgos y daños
específicos
Reducción
de daños no intenta minimizar o ignorar el real y trágico daño y peligro
asociado con el consumo de sustancias psicoactivas15, sino que lo identifica,
para así poder abordar sus causas específicas. (Subcomisión
del Modelo de Reducción de Daños, 2017)
En este sentido, según el IHRA, se debe
establecer:
-
Cuáles son los riesgos y daños particulares.
-
Qué causa estos riesgos y daños.
-
Qué se puede hacer para reducir estos riesgos y daños.
Reconoce más allá del consumo
Según
la (Subcomisión del Modelo de Reducción
de Daños, 2017) aborda el uso
problemático de sustancias desde un enfoque de salud de la población que:
●
Reconoce que las realidades de pobreza, clase, racismo, aislamiento social,
traumas pasados, discriminación sexual, por género y otras desigualdades
afectan la vulnerabilidad y capacidad de las personas para manejar
efectivamente daños relacionados a drogas.
●
Considera y aborda el riesgo potencial e influencia protectora de estatus
socioeconómico, cultura, género, vivienda, educación, geografía, familia, Ley y
políticas, así como otros factores.
●
Entiende además que el uso problemático de sustancias muchas veces ocurre
simultáneamente con otras condiciones tales como enfermedad mental.
Beneficia a las comunidades
Reconoce
que las personas tienen el derecho a vivir en comunidades justas, saludables y
seguras, libres de los impactos dañinos derivados del consumo de sustancias
psicoactivas, mediante el desarrollo social. (Subcomisión
del Modelo de Reducción de Daños, 2017)
Basado en evidencia y
costo-efectividad
Los
enfoques de la reducción de daños son pragmáticos, factibles, seguros y
costo-efectivos. Están comprometidos con que sus políticas y prácticas se basen
en la evidencia más sólida disponible. Gran parte de las intervenciones son
económicas, fáciles de implementar, y cuando se combinan han mostrado tener un
fuerte impacto en la salud de las personas y la comunidad. (Subcomisión del Modelo de Reducción de Daños, 2017)
Gradual
Se
valora cualquier cambio positivo que la persona hace en su vida. Las
intervenciones son facilitadoras, y parten de las necesidades de los
individuos, en consecuencia, los servicios están diseñados para identificar a
las personas allá donde ellas se encuentran. Pequeñas conquistas para muchas
personas tienen más beneficios entre la comunidad, que grandes conquistas
heroicas alcanzadas por unas pocas. (Subcomisión
del Modelo de Reducción de Daños, 2017)
Dignidad, respeto y compasión
Se acepta a las personas como son y se evita juzgarlas. Esta compasión y respeto se extiende a las familias de las personas usuarias de drogas (PUD) y sus comunidades. La reducción de daños se opone a la estigmatización y a usar términos como drogadicto, personas adictas, que, por su falta de claridad, perpetúan estereotipos, excluyen y crean barreras para ayudarlas. La terminología y el lenguaje deben mostrar siempre respeto.
(Subcomisión del Modelo de Reducción de
Daños, 2017)
Universalidad e interdependencia de
los derechos
Los
derechos humanos aplican a todas las personas, por lo tanto, aquellas que
consumen sustancias psicoactivas no pierden sus derechos, como lo son los más
altos estándares de salud, servicios sociales, trabajo, beneficiarse de los progresos
científicos, ser libres de detenciones arbitrarias y no estar sujetos a tratos
crueles y degradantes. (Subcomisión del
Modelo de Reducción de Daños, 2017)
De lo local a lo global
Aborda
el conjunto de las realidades, que dan cuenta de la riqueza de lo heterogéneo y
de la diversidad de contextos culturales, políticos, religiosos de las
comunidades en las que interviene. (Subcomisión
del Modelo de Reducción de Daños, 2017)
Desafía las políticas y prácticas
que maximizan los daños
Variados
factores contribuyen a los riesgos y daños relacionados con las drogas,
incluyendo los comportamientos y elecciones individuales, el contexto en el que
se usan las drogas, así como las leyes y políticas diseñadas para el control de
la oferta y demanda de drogas. (Subcomisión
del Modelo de Reducción de Daños, 2017)
Transparencia, responsabilidad
Una
política, programa o intervención efectiva es aquella que puede ser demostrada
a una audiencia razonable e informada. Como cualquier política pública, la
reducción de daños está inevitablemente vinculada al debate, es por ello que
resulta imperativo que las intervenciones se desarrollen bajo argumentos
críticos y basados en la evidencia. En este sentido, se anima al diálogo
abierto, consulta y debate, para evaluar sus intervenciones y, de no conseguir
los efectos y resultados deseados, las replantea o elimina de entre sus
prácticas. (Subcomisión del Modelo de
Reducción de Daños, 2017)
Implicación de las personas
consumidoras de drogas, así como de las familias y comunidades afectadas.
Asegura
que las personas consumidoras de sustancias psicoactivas y aquellas con una
historia de consumo tengan una voz real cotidiana en la creación de programas y
políticas diseñadas para servirles. Las voces de aquellas personas más afectadas
por el desarrollo e implementación de políticas, investigación y programas
deben ser oídas, y su participación facilitada y procurada de forma
significativa. (Subcomisión del Modelo de
Reducción de Daños, 2017)
Cooperación y participación
Dada la compleja naturaleza que subyace a las causas de los problemas relacionados con las sustancias, es fundamental facilitar y establecer alianzas, contando con una amplia gama de agentes significativamente implicados en el desarrollo de políticas y la implementación y evaluación de programas. (Subcomisión del Modelo de
Reducción
de Daños, 2017)
Información, Educación y
Comunicación
Resulta
imprescindible habilitar oportunidades de innovación y experimentación, desde
la apropiación de nuevas tecnologías que impulsen posibilidades de conjugar
lenguajes en narrativas de reducción de daños, útiles para informar, educar y
comunicar, mediante múltiples plataformas y formatos disponibles. (Subcomisión del Modelo de Reducción de Daños, 2017)
Según
el
•
Todas las personas de poblaciones clave que consuman drogas inyectables deben
tener acceso a materiales de inyección estériles a través de programas de
intercambio de agujas y jeringas
•
Todas las personas de poblaciones clave que dependan de los opiáceos deben
recibir y tener acceso a la terapia de sustitución de opiáceos
•
Todas las personas de poblaciones clave que consuman alcohol u otras sustancias
nocivas deberían tener acceso a intervenciones basadas en pruebas, incluidas
intervenciones psicosociales breves que incluyan una evaluación, una
retroalimentación específica y asesoramiento
•
Se recomienda que las personas con probabilidad de presenciar una sobredosis
por opiáceos tengan acceso a la naloxona y reciban instrucciones sobre su uso
para el manejo de urgencias por presuntas sobredosis por opiáceos.
Bibliografia :
ORGANIZACION PANAMERICANA DE LA SALUD. (2011). Estrategias de auto ayuda para reducir o eliminar el consumo de drogas. Obtenido de https://www.who.int/substance_abuse/activities/assist_selfhelp_spanish.pdf
OMS (2011). Estrategias de Autoayuda para reducir o eliminar el consumo de sustancias. Una guía. Recuperado de: https://www.who.int/substance_abuse/activities/assist_selfhelp_spanish.pdf
Daños, S. d. (2017). Modelo de Reducción de Daños para
el abordaje del fenómeno de drogas en Costa Rica. Obtenido de iafa.go.cr:
https://www.iafa.go.cr/images/descargables/MODELO-DE-REDUCCION-DE-DAOS_2017.pdf
TheGlobalFound. (2020). Reducción de
daños para los consumidores de drogas. Obtenido de
https://www.theglobalfund.org/media/1277/core_harmreduction_infonote_es.pdf
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